En consecuencia, los delincuentes conocen bien sus vulnerabilidades y deficiencias dado que los sistemas antiguos llevan muchos años en funcionamiento, por lo que pueden aprovecharlas fácilmente. “Las empresas que utilizan tecnología obsoleta pueden sufrir amenazas continuas en sus sistemas de detección y respuesta de endpoints, o incluso sufrir violaciones de seguridad y/o problemas de ransomware dentro de su organización”, afirma.
6. Caída de la productividad
Si su plantilla no está alcanzando los objetivos clave y los resultados internos están tardando más de lo esperado, “esto podría deberse a que las aplicaciones obsoletas no funcionan a un nivel aceptable, al hardware obsoleto en el que se ejecutan dichas aplicaciones o incluso a los datos subyacentes contenidos en formatos de archivo antiguos que no funcionan de forma óptima con la generación actual de aplicaciones de línea de negocio o de productividad”, afirma Sullivan.
Este especialista incide en que la baja productividad conduce inevitablemente a una sobrecarga de los equipos de soporte. “Es posible que descubra que su organización no se ajusta a los ratios de usuarios de TI estándar del sector”, prosigue, para añadir: “Esto puede ser una señal de que está perdiendo la inversión en su equipo de TI, ya que, en lugar de dedicar tiempo a avanzar estratégicamente en los objetivos empresariales, se pasan el día apagando incendios, tratando de mantener en funcionamiento dispositivos, software, servidores o infraestructura de red obsoletos”. “El resultado final —advierte— siempre es una propuesta perdedora, ya que se está invirtiendo un valioso capital humano en TI para intentar mantener los sistemas a flote, sólo para que su rendimiento siga siendo inferior al óptimo debido a su antigüedad”.