Para los más de 40 millones de personas que viajan a Las Vegas cada año, la ciudad es sinónimo de entretenimiento, que va desde las compras y el juego hasta el deporte, la vida nocturna y los restaurantes de fama mundial. Pero para las 650.000 personas que viven en Las Vegas, la realidad puede ser más rutinaria que glamurosa. Para estas personas, aquí es donde viven y trabajan, donde sus hijos van al colegio, donde pasean al perro y hacen la compra. Y según Michael Sherwood, CIO de la ciudad, el reto consiste en atender a los visitantes sin dejar de prestar servicios a los habitantes, por lo que se asegura de que la ciudad funcione con la mayor eficiencia posible.
Como parte de estos esfuerzos, él y su equipo se centran en poner a trabajar los datos y las tecnologías digitales adecuadas para mejorar aspectos como la gestión del tráfico. “Aunque siempre aparecen nuevas tecnologías año tras año, no hay que centrarse demasiado en ellas”, explica, señalando que los directores de sistemas de información deben analizar sus objetivos y problemas y, a continuación, averiguar cómo pueden ayudarles la conectividad, los datos y la tecnología.
Sin giros arriesgados
Por ejemplo, cuando los responsables municipales recibieron informes sobre accidentes y conducción en dirección contraria en un cruce cercano al Ayuntamiento de Las Vegas, supieron que tenían que mejorar la situación. Algunos días se registraron hasta 40 incidentes. Al principio, la ciudad enviaba personal a vigilar la intersección durante el día, pero era imposible predecir cuándo podría producirse un incidente.
