Rehl ha comprobado que la productividad de los desarrolladores se ha multiplicado por dos o por tres, según la velocidad a la que completan las solicitudes, el tiempo de entrega a los clientes y la calidad de las solicitudes, medida por el número de errores en el código.
Recientemente, el equipo de Rehl completó un proyecto de un cliente en 24 horas gracias a los asistentes de codificación, cuando antes el mismo proyecto les habría llevado unos 30 días, afirma.
Sin embargo, algunas de las exageraciones sobre los asistentes de codificación -como la sugerencia de que sustituirán a equipos de desarrollo enteros en lugar de simplemente complementarlos o remodelarlos- no son realistas, afirma Rehl. Los asistentes de codificación pueden utilizarse para subcontratar código rápidamente u optimizar las rutas del código reelaborando segmentos del mismo, añade.