- Aumento de los costes sin incremento del valor: la primera forma de erosión del valor consiste en el aumento de los costes del proyecto sin un incremento equivalente del valor o de las actividades realizadas. En los retrasos de proyectos, por ejemplo, suele haber costes adicionales relacionados con la transferencia de recursos debido al aumento del plazo. En este caso, el hecho de que no se entregue trabajo adicional, o de que se adelante trabajo futuro para compensar los costes adicionales, es un claro ejemplo de erosión del valor.
- Disminución del valor sin disminución de los costes: una segunda forma se produce cuando hay una disminución del valor sin un ajuste de costes. Esto puede deberse a cambios en las prioridades de la empresa o a retrasos del proyecto, especialmente en la fase de construcción. Como alternativa a la ampliación del plazo del proyecto, las organizaciones pueden decidir priorizar y reducir características para cumplir los plazos. Esto es especialmente cierto para las organizaciones que pueden tener plazos más estrictos o restricciones presupuestarias. Al reducir el alcance, es necesario tener en cuenta de forma equivalente el impacto en los costes del proyecto, tanto en la fase actual como en las actividades posteriores.
Independientemente del camino que lleve a su transformación a la erosión del valor, los impactos de esa disminución del valor afectarán negativamente a su caso de valor empresarial.
Impactos en los programas de transformación digital
El impacto de la erosión del valor en su programa puede ser bastante drástico, tanto en los costes como en los plazos del programa. De hecho, es habitual que los grandes programas experimenten un aumento de los costes de hasta el 50% de lo previsto originalmente. Es frecuente, también, que los despliegues iniciales de las implantaciones de transformación digital lleven un retraso de tres a seis meses. Por desgracia, muchas organizaciones no están debidamente equipadas para gestionar de forma proactiva y eficaz sus relaciones con los SI, sobre todo si se tiene en cuenta que el equipo del proyecto probablemente compaginará las responsabilidades del proyecto con las actividades operativas cotidianas de las que pueda seguir siendo responsable.
Incluso con las prioridades en conflicto abordadas, sigue siendo poco realista esperar que el equipo del proyecto sea capaz de igualar las capacidades del SI cuando se trata de negociar y racionalizar cualquier tipo de cambios de costes relacionados con el valor que está recibiendo. Esto hace que sea aún más importante prepararse para sus iniciativas de transformación digital evaluando sus propuestas, teniendo en cuenta los riesgos mediante contingencias y asegurándose de que tiene mediciones claras del éxito a las que puede hacer referencia para responsabilizar a su proveedor. No hacerlo puede costarle millones.
