“Al leer/redactar el contrato, hay que ser específico”, dice Charles Scharnagle, CIO del fabricante Revere Copper Products. Esto significa incluir fechas de inicio y fin, tarifas por hora, miembros concretos del equipo, sus funciones y responsabilidades, y métodos de comunicación.
“Hay que anotar las fechas de los plazos específicos, las penalizaciones en caso de incumplimiento y cómo se debe solicitar, conceder o denegar un cambio en el proceso”, afirma Scharnagle. “Defina claramente todas sus expectativas y entregables. No puede haber zonas grises ni incógnitas. Todo el mundo debe saber lo que se espera de él. Todos los precios deben explicarse de antemano. De nuevo, sin sorpresas en cuanto a las expectativas sobre posibles costes”.
Sonty cuenta que, en una ocasión, el Community College de Filadelfia colaboró con una consultora para renovar su infraestructura de análisis de datos. “Un contrato detallado que definiera los hitos del proyecto y las condiciones de pago garantizó la transparencia y la responsabilidad a lo largo de todo el proceso”, afirma.