El reto que aborda el proyecto es el control de los flujos transónicos que se generan desde la cámara de combustión, un desafío que ha obstaculizado el diseño de turbomaquinaria compacta. A través de FluidGPT, el consorcio pretende caracterizar, predecir y manipular estos flujos complejos e inestables, desbloqueando así el desarrollo de pasajes difusores transónicos, un componente crítico en motores nuevos que demandan eficiencia y compacidad.
Distintos niveles de impacto
El modelo Fluid GPT se basará en las ecuaciones de Navier-Stokes, lo que permitirá por primera vez reproducir configuraciones de flujo que hasta ahora eran inimaginables en condiciones transónicas. A partir de este modelo se podrán definir procedimientos de control de flujo que permitan activar o desactivar las estructuras individuales ya identificadas, así como estudiar su efecto en fenómenos físicos observables (como el desprendimiento, la acústica, la transferencia de calor, la fricción, etc).
Hasta la fecha, este desafío no ha sido logrado por la comunidad científica y tiene el potencial de revolucionar la mecánica de fluidos, generando un impacto significativo en futuros diseños académicos e industriales beneficiando tanto al sector aeronáutico como al de generación de energía. TRANSDIFFUSE sentará las bases para el desarrollo de un motor basado en hidrógeno, pero los hallazgos y nuevos métodos se extenderán mucho más allá. El impacto en la industria podría ser por tanto significativo, ya que los resultados de la iniciativa tienen potencial para revolucionar sectores como la aeronáutica, la energía eólica o la propulsión de vehículos. Áreas como la ingeniería química, la bioingeniería, incluso la economía, podrían beneficiarse de esta investigación.