Lourdes Villalustre, profesora de TIC aplicadas a la educación del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, confirma que sí se están empleando herramientas inteligentes. En su caso las emplea, tanto ella como su alumnado, dentro de la propia asignatura que imparte, siempre con “un proceso previo de aprendizaje para el uso responsable de esa inteligencia artificial”. Villalustre está además en contacto con instituciones de enseñanza no universitaria en las que también se utilizan. Aquí son las personas docentes las principales usuarias, principalmente “para agilizar la tarea administrativa, no tanto para que los niños de educación primaria o secundaria las utilicen en sí, sino para su labor docente”. Son usos de tipo rutinario, como organización de horarios o de tareas, en las que se trabaja con información pública y no con datos personales.
Estas aplicaciones pueden suponer una reducción interesante de la carga de trabajo del personal docente, a quienes muchas veces sobrepasan la parte más burocrática de la enseñanza. Carlos Garriga, CIO de IE University y miembro del CIO Executive Council en España, lo resume: “Es aumentar las capacidades del profesorado, jamás sustituirlo sino hacer que sea mucho más eficiente, que tenga más tiempo para dedicarse a lo verdaderamente importante, que es transmitir conocimiento”. Esto se consigue mediante el desarrollo de herramientas inteligentes destinadas a “tareas que no aportan tanto valor que se pueden automatizar parcialmente”, en las que van “siempre muy de la mano con el claustro, que al final son los que tienen que adoptar estas nuevas tecnologías”.
Sin embargo, su implementación necesita de cierta reflexión, como recordaba en una reciente entrevista Stefania Giannini. La subdirectora general de Educación de la UNESCO llamaba a preguntarse si debe emplearse la IA en tareas como la decisión de las admisiones universitarias (algo que tiene más importancia en otros países que en España), en el resumen de trabajo, si se deben dejar como apoyo en exámenes o si deben ser una guía efectiva. “La madre de todas estas preguntas es quién decide qué y con qué propósito, y es ahí en donde interviene la visión de la UNESCO: la tecnología no es neutral y debe ser dirigida por nuestro albedrío. La tecnología en nuestros términos se aplica bajo nuestras condiciones”.