Hace tan solo una década, el joven barcelonés Óscar Pierre, recién graduado en Ingeniería Aeroespacial en el Instituto de Tecnología de Georgia, desarrolló la versión inicial de una aplicación de reparto de comida a domicilio bajo una premisa muy clara: “Si puede hacerlo otro por mí, ¿por qué voy a perder mi tiempo?”. Hablamos de Glovo, una app que, en la actualidad, opera alrededor de 25 países en Europa, Asia Central y África.
Desde su fundación, a cargo de su creador y del emprendedor barcelonés Sacha Michaud, esta compañía tecnológica, que desde mediados de 2022 forma parte de la empresa alemana Delivery Hero Group, facilita a sus usuarios el acceso a cualquier producto de su ciudad en cuestión de minutos. Para ello, cuentan con una base tecnológica que conecta a clientes, empresas locales y mensajeros. Según la propia marca, la app nació con el objetivo de “transformar la forma en que los usuarios consiguen lo que necesitan, haciendo las ciudades más accesibles”.
La compañía española arrancó en un momento en el que las empresas de todo el mundo ya habían iniciado su proceso de transformación digital, algo que puede verse como una gran ventaja para una empresa que lleva incorporada la tecnología en su ADN. “Creamos Glovo en un momento en el que la economía digital estaba en pleno crecimiento en Estados Unidos. De hecho, las apps del sector de movilidad en San Francisco fueron nuestra fuente de inspiración: si la tecnología puede conectar a personas con transporte, ¿por qué no pensar en otro tipo de servicios?”, explica Koosha Najmi, director of Tech Strategy and Operations de Glovo. Este contexto, según Najmi, “fue beneficioso para Glovo y la adopción por parte del mercado español fue mejor de lo que pudimos esperar. Además, los primeros empleados eran nativos digitales, un elemento que siempre hemos considerado diferencial para el éxito de nuestra plataforma”.