La salud, insisten desde la Consejería, es el pilar fundamental sobre el cual se construye el bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad. “Un sistema de salud robusto y eficiente no solo mejora la calidad de vida de la ciudadanía de Cantabria, sino que también impulsa el desarrollo del estado del bienestar y el crecimiento de la región”. En este sentido, el Plan de Salud de Cantabria, en proceso de aprobación, ya recoge un capítulo específico para la salud de futuro y la salud de valor, además de reflejar, de manera transversal, el apoyo de la digitalización para el impulso de las actuaciones y la sostenibilidad del sistema.
Esta hoja de ruta, detalla Montalbán, se concibe estrechamente ligada a la Estrategia de Genómica en Cantabria y la Estrategia de Enfermedades Raras de la región. De esta manera, se logra una gran coordinación de las actuaciones estratégicas en el entorno sanitario con su consiguiente reflejo en la transformación digital. Ponen el foco así en la colaboración, la innovación y la mejora continua, buscando alinear las tecnologías de la información (IT) con los objetivos estratégicos de la Consejería.
Piedras angulares del plan
Entre las medidas y enfoques adoptados por el Servicio de Salud Cántabro cabe destacar la estrecha colaboración entre TI y el negocio y la alineación de proyectos con la estrategia global a partir de un “modelo de gobernanza participativa que promueve la comunicación bidireccional entre los profesionales de TI y los equipos funcionales”. Esto, sostiene la representante institucional, se logra a través de un comité de dirección colaborativo que evalúa nuevos proyectos y fomenta la generación de ideas, asegurando que las iniciativas tecnológicas permanezcan en sintonía con las necesidades generales. “Esto incluye la gestión de la demanda de tecnologías, la capacitación del personal y la mejora de la interoperabilidad”, afirma Montalbán.