No obstante, el informe también subraya que existen preocupaciones latentes respecto a la seguridad. Y es que los ciberataques se posicionan como la principal amenaza, seguidos por la falta de protección de datos y el desempleo, cuestiones que siembran la incertidumbre en una sociedad cada vez más dependiente de la digitalización. El riesgo a perder el empleo debido a la llegada de la IA es muy elevado en España, donde un 60% lo considera alto. Es, por tanto, una preocupación más palpable que en el resto del mundo, donde solo la mitad de la población percibe la IA como una “gran amenaza laboral”.
Familiaridad con las tecnologías emergentes y futuras influencias
Del informe se extrae un nivel alto de afinidad por parte de los españoles respecto a la tecnología. Así, a un 70% les gusta trabajar con la tecnología y entender cómo funciona, mientras que un 58% afirma adaptarse bien a las innovaciones tecnológicas. Por el contrario, un 28% sostiene que les resulta difícil seguir el compás del cambio tecnológico y casi a una cuarta parte le resulta complicado adaptarse a las innovaciones tecnológicas y utilizar sus funcionalidades.
En esta línea el estudio también revela un alto nivel de familiaridad con tecnologías emergentes. Más del 90% de los encuestados afirmaron conocer tecnologías como la IA, la impresión 3D, la realidad virtual o aumentada, los coches autónomos o el Internet de las Cosas. Contrastando con esto, tecnologías como la computación cuántica o la ingeniería climática son menos conocidas, con niveles de reconocimiento inferiores al 60%.