El informe añade que casi el 83% de todos los documentos legales compartidos con herramientas de IA se realizan a través de cuentas no corporativas, mientras que cerca de la mitad del código fuente, los materiales de I+D y los registros de RR.HH. y de los empleados se introducen en IA no autorizadas.
La cantidad de datos introducidos en todas las herramientas de IA se multiplicó casi por cinco entre marzo de 2023 y marzo de 2024, según el estudio. “Los usuarios finales están adoptando nuevas herramientas de IA más rápido de lo que TI puede seguir, alimentando el crecimiento continuo de la ‘IA en la sombra’”, añade el informe.
¿Adónde van a parar los datos?
Al mismo tiempo, es posible que muchos usuarios no sepan qué ocurre con los datos de sus empresas una vez que los comparten con una IA sin licencia. Las condiciones de uso de ChatGPT, por ejemplo, dicen que la propiedad de los contenidos introducidos sigue siendo de los usuarios. Sin embargo, ChatGPT puede utilizar ese contenido para proporcionar, mantener, desarrollar y mejorar sus servicios, lo que significa que podría entrenarse utilizando los registros compartidos de los empleados. Los usuarios pueden optar por que ChatGPT no se forme con sus datos.