La razón oficial es el nombramiento obligatorio de un director de la CIA, tal como exige la Orden Ejecutiva del Presidente Biden sobre el Desarrollo y Uso Seguro y Fidedigno de la Inteligencia Artificial.
De acuerdo con la orden ejecutiva de Biden, todos los organismos federales deben nombrar directores de Inteligencia Artificial que no sólo coordinen el uso de la IA en el organismo, sino que también establezcan salvaguardias para proteger los derechos humanos y mantener la seguridad pública. El Departamento de Justicia de EE.UU., por ejemplo, nombró recientemente al profesor de Princeton Jonathan Mayer como su primer CAIO.
Otra influencia es la reciente expansión del uso de la IA en la NASA. Aunque popularmente se la considera una agencia que envía personas y objetos al espacio, el trabajo diario de la NASA implica cada vez más lidiar con enormes volúmenes de datos generados por estos esfuerzos.
Estos datos proceden de múltiples fuentes, como satélites, telescopios y misiones espaciales, así como datos de seguimiento relacionados con la investigación sobre el cambio climático y la detección de exoplanetas.
Los CAIO caminan entre nosotros
Hasta hace poco, la IA se consideraba en la mayoría de las organizaciones una cuestión fundamentalmente de ingeniería. Pero la aparición de la IA generativa, en particular, ha transformado la IA en una prioridad estratégica y empresarial. Como resultado, el cargo de CAIO se está poniendo de moda tanto en las organizaciones gubernamentales como en los consejos de administración de las empresas.
Según un estudio realizado por Foundry a finales de 2023, el 11% de las medianas empresas habían nombrado a alguien para este puesto y otro 21% tenía previsto nombrar a un CAIO en algún momento.